Luis Alberto Faría "El Gordo"

Un Lugar Lleno de Magia

¿Conoces a Luis Alberto Faría Castro? Seguramente has conversado más de una vez con este personaje, lo has saludado y hasta te acuerdas con cariño de él cada vez que se le menciona, es también conocido como “El Gordo de Psicología”.

Empezó a trabajar dentro de la Escuela de Psicología en medio de un paro por allá en el semestre

1988-2, hace 31 años. Mucho más tiempo del que algunos de nosotros tenemos viviendo. Ese semestre “salvó” la vida de todos, sacando las copias de todos los estudiantes de todas las materias trabajando de 6am a 9pm. Le entregaron un reconocimiento por su labor. No tiene beneficios por parte de la universidad más allá de lo que percibe en el centro de publicaciones. Cuándo le preguntamos ¿por qué sigues aquí? nos responde: “Me siento bien, hay como una atmósfera de magia aquí. ¿No la sienten? Aquí hay como una magia ¿tú no sientes como en la escuela hay una paz?. Independientemente de que aquí no haya nada que hacer, yo estoy aquí” Se considera a sí mismo un héroe detrás del héroe, que para él es Eduardo. Vio estudiar a profesores como José Briceño y José Félix Salazar y también estuvo cuando dejaron de ser estudiantes.Ayudó y sigue ayudando a muchos con sus papeles, pero es su característica sonrisa y su buen ánimo ante las circunstancias lo que hace que sobresalga en sus labores diarias. Recuerda con cariño como la profesora Maritza Montero (¡La que leemos en social!) les llevaba una torta cada Enero y como en una ocasión salió un especial titulado “El gordo al desnudo” donde dejó ver que su pasatiempo favorito era “Cerveza y diversión”.

Con el gordo, sobran las anécdotas, las bromas, los recuerdos de sus años de servicio. Sobra también la dedicación, el esfuerzo, las ganas de seguir sacando adelante esta universidad y este país. Sobran las ganas de seguir estando aquí en “su lugar” que es el lugar de todos nosotros: nuestra escuela. Los invitamos a que puedan acercarse a nuestro querido “Señor Gordo” (vayan y llámenlo así, por favor) para escuchar más historias, nombres, momentos y recuerdos.

Vamos a dar las gracias por seguir, por mantener en pie este sueño imposible, por permanecer e impulsarnos a hacer lo mismo.

Vamos a darle el reconocimiento que merece por ser un pilar que sostiene nuestra escuela.