Reflexiones sobre el caso Ortiz
- Andy Lewis
- 30 oct 2017
- 3 Min. de lectura

Todos en la carrera sabíamos que el tipo era un sádico. Sorprenden las dimensiones de la inmundicia, claro, yo en lo personal me quedé sin palabras cuando vi esto (aún me cuesta asimilarlo), pero sí sabíamos bastante bien que, al menos en nuestras aulas, el tipo era un sádico con las muchachas de la carrera... y mi pregunta es, ¿se hizo algo al respecto? ¿Cómo ese pana estaba dando clase en nuestra universidad hasta hace nada? ¿En escuela nunca se dieron cuenta? ¿En qué fallamos?
No estoy insinuando que escuela debió investigarle la vida al señor y descubrir la red de tráfico de pornografía infantil, no, no, no, aquí no estoy hablando de "esa" historia. Insisto, es un hecho bien conocido por los estudiantes que el tipo es un viejo verde de primera que no perdía un chance para acosar chamas, el hombre no se controlaba, no se comportaba. Cuando yo entré a la carrera (2013) el PRIMER dato que supe sobre Carlos Ortiz es que el tipo es un sádico.
Entonces... reitero mi duda: ¿en qué fallamos? ¿Escuela ignoró/desestimó las quejas de las chamas? ¿Las chicas se dieron por vencidas desde un principio y nadie se organizó para denunciar formalmente al tipo? ¿Lo "denunciaron" por medio de las encuestas esas de profesores, y escuela de alguna forma nunca lo vio en ningún momento de todos estos años? Algo pasó ahí, no podemos ver la noticia y limitarnos a decir "caramba, total repudio" porque ese hombre caminaba por nuestros pasillos hasta hace muy poco, y estaba haciendo daño ahí, en nuestro espacio. Algo pasó con nosotros también y no podemos hacernos los locos.
Lo encuentro grave, alarmante inclusive. Ya de por sí me parecía frustrante como se manejaba el "tema Ortiz" entre los estudiantes, "ah sí, es un sádico jajaja", angustia la facilidad con la que se normaliza el acoso sexual, especialmente en contextos académicos. Yo mismo me confieso culpable de no dedicarle demasiado tiempo de mis pensamientos, casi no pensaba en eso a pesar de estar claro en que era algo serio y condenable. Mea culpa, de verdad, y me da mucha vergüenza. Y así como yo, muchos también lo desestimaron... nos toca utilizar esto como ejemplo y estar más alertas en un futuro. Para muchos, el profesor depredador es "sobón" y ya, son "cosas suyas", una cuestión casi inofensiva, según. Te responden que la joven debe "vestirse de otra forma", "no hay nada que se pueda hacer", "no hay pruebas", etc etc, al final, dejan a las muchachas resignadas a calarse al tipo viéndoles las tetas y enviándoles mensajes inapropiados (o peor) o a cambiarse de sección/grupo de prácticas para no coincidir con él. Con eso se le da la espalda a las víctimas, una tragedia total, especialmente tratándose de psicólogos. En este caso, se terminó descubriendo tremendo beta y el tipo está tras las rejas. Ok, cool. Ahora, la pregunta es... ¿y si no? ¿El tipo seguiría acosando chamas en la UCAB a sus anchas, a pesar de las constantes quejas y el malestar generalizado? Esto me inquieta enormemente. No escribo este testamento para escupir superioridad moral ni para buscar culpables, al contrario; también fui parte del problema al no prestarle a esto la atención requerida en su momento, porque el "caso Ortiz" no merecía ser simple tema de conversación o chismes de pasillo, debió concretarse en algo más, cosa que no pasó.
En fin. Sorry por el testamento, pero creo que la magnitud de esta noticia amerita que todos pensemos un poco en el tema y pues, hagamos lo posible por proteger a la gente inocente. Más allá de charlas medio cliché sobre cómo "la maldad vive entre nosotros" y esas cosas, me interesa que estemos preparados para proteger a la gente ante esa "maldad".
Publicado originalmente en Facebook el 14/09/17 por Andy Lewis, Estudiante de 5to año de Psicología en la UCAB
@Antimilagro
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