top of page

Facilitadora del aprendizaje

  • Ada Inchaurtieta
  • 26 feb 2018
  • 3 Min. de lectura

Es interesante ver las reacciones de las personas ante la electiva “facilitadores del aprendizaje”, principalmente porque no todos saben en un inicio de que trata o capaz es que no se le ha hecho la promoción adecuada a la materia. El termino preparador es común en el ámbito universitario, y de forma general contiene diversos significantes y atributos de personalidad, cuando me presento como preparadora la mayoría de las personas suelen decirme lo “inteligente” o “capacitada” que soy, que seguramente soy una erudita en esa materia y soy totalmente eficiente en los estudios; sin embargo es curioso que mi capacidad de preparadora sea directamente proporcional a las calificaciones obtenidas en la materia o a mi relación con el profesor de la misma, y muy pocos sean los que indagan más y preguntan sobre el manejo de las sesiones de facilitación.


Cuando hablamos de “facilitador” nos referimos a un guía que a través de distintos métodos logrará establecer un PROCESO de aprendizaje en el estudiantado y en él mismo, tomando en consideración el ámbito de interacción dinámica que conlleva un proceso claro esta, sin embargo es de vital importancia recordar que el aprendizaje es un cambio permeable en la conducta debido a la experiencia, y como tal este debe ser significativo, y aquí me gustaría resaltar que no existirá jamás una experiencia significativa sin un lazo previamente formado. Ahora, digo esto porque a través de mi primera experiencia como preparadora si bien viví y disfrute de acontecimientos hermosos y que valen la pena recordar, también me percaté de lo obsoleto que puede llegar a ser el sistema educativo, y la formación tan precaria en cuanto al manejo de habilidades pedagógicas


Creo que el primer error recae en la creencia de que las notas son un factor determinante en el proceso de preparadurias y no el resultado de un contexto situacional, el esfuerzo y las capacidades no pueden cuantificarse, pues de lo contrario caeríamos en un reduccionismo justificado por la meritocracia. El poder implícito de la validación social que establece un 19 o un 20 se relaciona directamente con un refuerzo externo, conlleva que el estudiante cumplió con los requisitos de la materia, pero ... ¿eso también significa que tengo la capacidad para dar los contenidos de la misma? No, simplemente confiere que logré completar los objetivos de la materia, más no que tengas las competencias pertinentes para impartir una clase


El segundo error es en el papel que se nos da a los preparadores, la misma palabra infiere nuestra función: Estamos aquí para entablar mecanismos de comprensión que logren facilitar los temas vistos en clases, para que de esta forma se establezca un aprendizaje. Si, es verdad que los caracteres académicos son importantes, porque los objetivos curriculares de cada materia siguen ahí y es indispensable el cumplimiento de los mismos, sin embargo no se puede establecer el rol del preparador solo a eso, no estamos aquí para hacer que los otros memoricen una guía o hagan una práctica o trabajo, estamos aquí para establecer un proceso reflexivo acerca de esas evaluaciones y ampliar a los otros al quehacer psicológico


El tercer y último error es el automatismo ¿cómo se pretende ser un buen preparador si no se evoluciona o se toma en cuenta el contexto de los estudiantes para preparar una sesión? No existe un aprendizaje sin un ambiente adecuado para el mismo, sin las condiciones dadas para generar una transformación y sin la constante función de las influencias, es vital entonces que no solo se den condiciones para tratar un tema, también lo es la creación de contextos específicos que permitan establecer con el otro un vínculo, un compromiso o un lazo. En esas aulas está el futuro, y debemos desde ahora empezar a cosechar sus frutos, porque no solo es la repetición de ideas, es la creación y difusión de procesos que impliquen un pensamiento crítico en cuanto a nuestro deber como psicólogos.


Si tú que estás leyendo esto quieres colaborar con tu escuela, quieres generar un cambio y ser parte de una verdadera revolución intelectual, date la oportunidad de formarte como preparador, y no bajo el conglomerado burocrático de una materia, fórmate con el vivir universitario, con las necesidades del otro y el respeto para los demás, sin temor al compromiso y a las ideas externas. Pero lo más importante, sin dejar que un cargo te defina, después de todo el aprendizaje se basa en una conexión dinámica, y por tanto queda de parte de ambas partes impartirlo y generarlo de la mejor forma posible

Comments


2017. Escuela de Psicología-FHyE. Universidad Central de Venezuela Ciudad Universitaria

Los Chaguaramos.

Caracas, Venezuela.

bottom of page